Opinión
El restaurante está en los bajos del Hotel Mercure, tiene una parte de coctelería, muy bonita y chic, y al fondo se encuentra el comedor, todo en tonos crudos con unas lámparas muy originales que le confiere al sitio un ambiente muy agradable y relajante. La bodega es muy amplia y te recomiendan atentamente los vinos.
El servicio es atento y muy amable, todo el rato pendientes del cliente.
Tiene un menú degustación y una carta no muy amplia, unos cuantos entrantes, y cuatro platos de carne y otros cuatro de pescado, más la carta de postres. Delicioso todo, y la presentación impresionante, es una maravilla de sitio, para algo especial, comer de carta unos 45 euros por persona, ejemplo, éramos tres, pedimos dos entrantes, tres platos principales, botella de vino de 21 euros, y dos postres. Hay menú degustación que todos nos habían recomendado por 49 euros más iva. Los postres son realmente irresistibles
Nosotros repetiremos.